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El Sistema Endocannabinoide

20 julio 2020

Para poder entender correctamente los numerosos efectos positivos atribuidos a las sustancias derivadas de la planta de cannabis, debemos explicar el mecanismo por el cual estas sustancias funcionan en el cuerpo humano. En este artículo, explicamos el funcionamiento de una parte importante del organismo: el sistema endocannabinoide.

Descubrimiento Del Sistema Endocannabinoide

El sistema endocannabinoide fue descubierto por un equipo de científicos liderado por Raphael Mechoulam https://en.wikipedia.org/wiki/Raphael_Mechoulam. Estos investigadores se preguntaban por qué el cannabis parece tener tantos efectos distintos sobre las personas. En su afán por averiguar qué hacen exactamente los compuestos del cannabis en el cuerpo, descubrieron el sistema endocannabinoide. El prefijo ‘endo-‘ en este caso significa ‘presente de forma natural’, y ‘-cannabinoide’ se refiere a las diversas sustancias que componen la planta de cannabis, como por ejemplo, el THC y el CBD. Según parece, esta parte de nuestro cuerpo se llama así por la planta del cannabis.

 

¿Qué Es Lo Que Hace?

El sistema endocannabinoide forma parte del sistema nervioso. El sistema nervioso controla todas nuestras actividades conscientes e inconscientes. En otras palabras: si no tuvieras sistema nervioso, no podrías leer este artículo. En este momento, hay muchos procesos vitales teniendo lugar en tu cuerpo, como el latir del corazón o la digestión del desayuno, que están guiados y controlados por el sistema nervioso. El sistema endocannabinoide es una parte muy importante del sistema nervioso, ya que regula el equilibrio del cuerpo y la mente. El sistema endocannabinoide está involucrado en procesos que son necesarios para sobrevivir y sentirnos bien. Entre las muchas funciones que se ven afectadas por el sistema endocannabinoide, se encuentran el dormir y el despertar, la resistencia a las enfermedades, la experiencia del dolor mental y físico, el equilibrio hormonal, la eliminación de células (cancerígenas), el metabolismo, la regulación de la energía, y el almacenamiento y olvido de información, por nombrar unas cuantas. Evidentemente, sin este sistema, no podríamos sobrevivir.

¿Cómo Funciona?

Sin entrar en demasiados detalles técnicos, podemos decir que nuestro cuerpo está compuesto de células, y estas células necesitan comunicarse entre ellas. Tu cerebro, por ejemplo, debe saber que tu estómago está vacío antes de enviarte una señal para que empieces a buscar comida. Para ello, el cuerpo utiliza señales eléctricas que viajan a través del sistema nervioso. También utiliza sustancias mensajeras, denominadas neurotransmisores, para transmitir mensajes de una célula a otra. Las células tienen unos receptores que reciben estas sustancias. Cuando la sustancia mensajera correcta se une al receptor adecuado, la célula ha recibido el mensaje. Nuestro cuerpo tiene muchos tipos de receptores, que pueden activarse y desactivarse con las diversas sustancias mensajeras.

Sustancias Mensajeras Como La Adrenalina

El tipo de sustancias mensajeras que estén activas en un determinado momento, dependerá de la situación. Un claro ejemplo es la adrenalina. La adrenalina es a la vez una hormona y un mensajero químico, del cual todos conocemos su efecto. Cuando estás en peligro, o si te asustas por algo, tu cuerpo libera adrenalina en el torrente sanguíneo. Esto acelera los latidos del corazón, hace que los músculos se tensen y que las pupilas se dilaten. Es la forma en que la adrenalina prepara al cuerpo para luchar o huir. Al fin y al cabo, todos queremos sobrevivir, y este es nuestro mecanismo para enfrentarnos al peligro.

Sustancias Mensajeras Endocannabinoides

Las sustancias mensajeras que forman parte de nuestro sistema endocannabinoide se conocen como anandamida y 2AG. También se llaman endocannabinoides, que significa ‘cannabinoides producidos de forma natural por el cuerpo’. Estas sustancias activan los receptores del sistema endocanabinoide, llamados receptores CB1 y CB2. Los receptores CB1 se encuentran principalmente en el cerebro; de hecho, son los receptores más comunes del cerebro humano. Los receptores CB2 están situados por todo el cuerpo, con grandes concentraciones de ellos en y alrededor del tracto digestivo. Juntos, las sustancias mensajeras y los receptores, trabajan para que nos mantengamos en equilibrio.

¿Qué Hace El Cannabis?

Como ya hemos mencionado, el sistema endocannabinoide de nuestro cuerpo se llama así por la planta del cannabis. Este sistema no solo se encuentra en los seres humanos, sino que otros mamíferos, aves, peces e incluso ciertas medusas, también lo poseen como parte importante de su anatomía. Los distintos componentes de la planta de cannabis influyen en este sistema, lo que explica la cantidad de efectos diferentes que induce sobre nuestro cuerpo y mente. Hay una gran variedad de cannabinoides. Para el fin que nos ocupa, nos limitaremos a los dos más importantes: THC y CBD.

THC

La sustancia conocida como tetrahidrocannabinol (THC) es la responsable de la sensación de subidón. Químicamente, el THC es muy similar al endocannabinoide anandamida. De hecho, son tan parecidos que los receptores CB1 y CB2 no notan la diferencia. Estos receptores se activan tan pronto como la anandamida, o el THC, se conecta con ellos. Cuando una persona consume THC, por ejemplo, a través de gotas de aceite, este activa numerosos receptores del sistema endocannabinoide. Después de un rato, los receptores liberan el THC de vuelta al torrente sanguíneo y se desactivan. El consumo de THC hace que se activen muchos más receptores de CBD que en circunstancias normales. Esto, a su vez, afecta a muchos de los procesos regulados por el sistema endocannabinoide.

CBD

La sustancia conocida como cannabidiol (CBD) funciona de otra manera. La investigación ha demostrado de manera concluyente que el CBD se conecta con los receptores CB1. Sin embargo, lo hace hasta un punto en el que impide la activación del receptor. Como resultado, los receptores CB1 que se unan a la anandamida o al THC, resultarán parcialmente mitigados por el CBD. Esto es comparable al atenuador de ciertos tipos de lámparas. En este ejemplo, la «lámpara» se enciende con el THC o la anandamida. El CBD sirve como atenuador para «mitigar» la luz. Por eso, el CBD puede tener un efecto calmante y relajante. Dado que nuestro cuerpo produce anandamida, el CBD hace su trabajo a través de este efecto calmante. Pero nuestro organismo no produce grandes cantidades de anandamida, por lo que aunque el CBD se conecte a un gran número de receptores CB1, solo algunos de ellos serán activados por la anandamida. En otras palabras, es comparable a usar un atenuador en una lámpara apagada. Pero, si añadimos un poco de THC, se activarán más receptores, haciendo que el CBD sea aún más eficaz para atenuar la luz.

Es Mucho Más Complejo…

Afortunadamente, el CBD produce otro efecto. El consumo habitual de CBD reduce el ritmo al que la anandamida se descompone en el cuerpo. Esto, a su vez, hace que aumente el nivel general de anandamida. Al haber más receptores activados, el efecto calmante del CBD mejora. Por eso no es necesario consumir THC para experimentar los efectos beneficiosos del CBD. El CBD equilibra el sistema que nuestro cuerpo necesita para su propio equilibrio.

Para Concluir

En este artículo hemos intentado arrojar luz sobre lo que básicamente es una cuestión técnica muy compleja. Por ello, nuestra explicación no abarca todos los detalles implicados en el funcionamiento del sistema endocannabinoide. Si buscas en internet la terminología utilizada en este artículo, es posible que encuentres gran cantidad de información, mucha de la cual estará escrita en un lenguaje sumamente complicado. El objetivo de este blog es darte una idea general sobre cómo funcionan sustancias como el THC y el CBD. No pretendemos explicar todo en profundidad, ni afirmamos que cada palabra sea científicamente exacta. Se trata de un tema científico complejo planteado en forma de información útil. Si tienes alguna pregunta después de leer este artículo, no dudes en contactar con nosotros, intentaremos responderte en la medida de lo posible.